jueves, 4 de octubre de 2012

La entrada de Saturno a Escorpio


La última vez que Saturno ingresó a Escorpión era finales de 1982, por lo tanto, se entiende que este paso no es un suceso tan frecuente e intrascendente, sobre todo porque esta energía se expresa de manera contundente y segura en este mundo físico de formas y límites.
 Pero en vez de inquietarnos ante su influencia, es mejor que tratemos de entender un poco más a este severo maestro pero de buenas intensiones, y analicemos qué lecciones y cambios podemos esperar a nivel colectivo y personal, y cómo colaborar con las energías de Saturno y Escorpión combinadas, las que se activarán y reforzarán mutuamente desde octubre de este año 2012.

 De hecho, este paso ejercerá su influencia durante los próximos dos años y medio hasta mediados del 2015 (con sus fases retrógradas incluidas), profundizando y consolidando lentamente las transformaciones que el nuevo ciclo de evolución humana busca introducir en nuestra realidad y que han estado en proceso desde algún tiempo (2008), cuando Plutón, regente de Escorpión, entró en Capricornio. Ahora es Saturno, regente de Capricornio, el que entra a Escorpión, regido por Plutón, por lo que se producirá un cruce o acentuación de ambas energías, potenciándolas. Por esta razón, las tendencias colectivas en desarrollo están llamadas a impulsar movimientos transformadores de efectos prolongados en todos los campos de la actividad humana influenciando modas, tendencias y avances científicos, intereses políticos y económicos, etc.

Durante los meses siguientes a la entrada de Saturno en Escorpión, será posible notar el cambio de vibración, no sólo a nivel personal sino dentro del ámbito colectivo y los acontecimientos mundiales, cargando el ambiente con una energía más pesada o sombría y revelando las tendencias extremistas propias del signo que intensificarán las crisis que han estado en proceso los últimos años las que, gracias al natural equilibrio del signo anterior (Libra), se han mantenido en una esforzada armonía mientras se trabaja por conciliar posiciones y llegar a acuerdos. Sin embargo, Escorpión no vibra en esa frecuencia, e irradia una potencia bastante extrema y más perturbadora que remueve todo lo bueno y lo malo que hay en las profundidades de nuestro inconsciente (tanto el personal como el colectivo), por lo que se pueden esperar manifestaciones más radicales en el potencial que contiene este nuevo ciclo astrológico.

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