martes, 24 de julio de 2012

Diagnostico Floral a través del Eneagrama por Cristina Graiño

Existen muchos modos de hacer un diagnóstico floral, es decir de determinar las esencias florales adecuadas para ese sujeto que nos está pidiendo ayuda porque está sufriendo.
El conocimiento del Eneagrama, símbolo antiquísimo utilizado desde muchas disciplinas y que hace referencia a un estudio de la personalidad, es uno de ellos



Es un sistema de estudio de la Personalidad que ayuda a descubrir el  “piloto automático” de las personas, es decir la forma de atención que actúa en los individuos sin que se tenga conciencia de ello. Ese piloto automático responde a un mecanismo de defensa que se desarrolla durante la infancia, con el fin de poder adaptarse lo mejor posible al entorno.

El conocimiento de este símbolo ayuda  a comprender porqué la atención de las personas se dirige de forma natural a una determinada dirección y a qué se debe que los individuos se interesen más por ciertas informaciones que por otras.

El término Eneagrama proviene del griego y su traducción es: enneas: nueve, gramos dibujo, es, pues, una figura de 9 puntos.

Su estructura representa los 9 personajes que habitan en cada psiquis- de los cuales uno es el predominante para cada personalidad- dándole continuamente mensajes de miedo que se convierten en comportamientos condicionados e influyen en la personalidad; transformándose en un obstáculo para el desarrollo de la Misión del Alma.

Cada Ser tiene 3 centros de percepción:
  1. El Centro Instintivo
  2. El Centro Emocional
  3. El centro Mental
En la toma de decisiones en la vida estos 3 centros deberían intervenir conjuntamente, pero resulta que algunas personas sólo toman sus decisiones desde el instinto, otras sólo desde el emocional y otras solamente desde el mental.

- Los individuos que toman sus decisiones sólo desde su Instinto, tienen como miedo básico no poder relacionarse con el mundo en el aquí y ahora y quedan atrapados en la rabia y agresión cuando no lo consiguen. Son las personalidades 8, 9 y 1.

- Los individuos que toman sus decisiones teniendo en cuenta solamente lo Emocional tienen como miedo básico no ser considerados lo suficiente por los otros y quedan atrapados en la hostilidad cuando no consiguen la atención del otro. Son las personalidades 2, 3 y 4.

-  Los individuos que toman sus decisiones considerando sólo desde el Centro Mental tienen como miedo básico no cubrir sus necesidades materiales, por lo que quedan atrapados en la inseguridad, angustia y ansiedad cuando algo les hace tambalear su instinto de supervivencia. Son las personalidades 5, 6 y 7.  


Personalidad 1: El Soberano
Son personas responsables y muy trabajadoras que ponen alto el listón. La necesidad de cambiar al mundo es tal, que albergan permanentemente en su interior una fuerte ira no expresada, surgida de la irritación que le produce este mundo que, para ellos, “debería ser más virtuoso”.

Esencia Floral correspondiente: Vervain,
que ayuda al alma a centrar y asentar su enorme entusiasmo para lograr una mayor capacidad para inspirar, guiar y sanar a los demás.

Personalidad 2: El Benefactor
Son seres activos, alentadores, amistosos, gente a la que uno se confía con facilidad. Prefieren dar a recibir y parece que no tienen necesidades propias. Ofrecen gustosos su tiempo y su energía.

Esencia Floral correspondiente: Chicory,
que nutre la carencia interna de esas Almas y ayuda a reequilibrar y reencauzar las fuerzas del amor que no se encuentran bien orientadas.

Personalidad 3: El Carismático
Tienen gran confianza en si mismos, son ambiciosos, ganadores, rápidos y entusiastas. Trabajan duro para conseguir sus objetivos y se apasionan por la imagen que los demás tengan de ellos. Se preocupan por las apariencias y su deseo es ser valorados por los otros.

Esencia Floral correspondiente: Agrimony,
 ayuda a encontrar la paz como una realidad interna del Ama en lugar de buscarla como un estado de comportamiento externo que los demás convaliden.

Personalidad 4: El Artífice
Llevan consigo el amor de una vida intensa y dramática. De carácter idealista, rechazan la trivialidad de lo cotidiano y se sienten atraídos por la intensidad de las emociones, por extremas que éstas sean.

Esencia Floral correspondiente: Clematis,
ayuda a que estos individuos se den cuenta de que sus grandes dones internos pueden ser  canalizados de forma constructiva hacia el mundo físico y de ese modo las fuerzas del Alma se vuelven mas ricas y mas presentes para con los demás.


Personalidad 5: El Filósofo
Parecen con frecuencia seres distantes, intelectuales, tranquilos, objetivos y poco sensibles a las emociones. Sumidos a menudo en sus pensamientos, se interesan por la información y el saber. Son caseros y les cansa fácilmente el alboroto de grupo, incluso a veces la simple repsencia de alguien a su lado.
Esencia Floral correspondiente: Water Violet, ayuda a estas almas a hacer la transición hacia un estado de conciencia más inclusivo que les ayude a experimentar una conexión compasiva y alegre con la familia humana.

Personalidad 6: El Organizador
Son generalmente individuos leales, muy trabajadores, prudentes e imaginativos. Se encuentran más entre los jugadores de equipo que entre los capitanes. Son sensibles a lo que no se dice, a los posibles errores de forma y a cualquier peligro que pueda ocultarse detrás de las apariencias.

Esencia Floral correspondiente: Rock Water,
ayuda a estas Almas a desarrollar una mayor flexibilidad interna para disfrutar de la vida y no cristalizar los pensamientos en dogmas.


Personalidad 7: El Impulsivo
Son los eternos optimistas, animados, encantadores e imaginativos. Son como niños grandes, hábiles y llenos de vitalidad. Poseen una gran capacidad para recuperarse de los accidentes. Toda su vida se centra en el placer, el cual les sirve para mantenerlos alejados del sufrimiento.

Esencia Floral correspondiente: Heather,
colma el profundo vacio que siente esta Alma y ayuda a nutrirse en lugar de permanecer absorbida en sí mismo.


Personalidad 8: El Guerrero
Son generalmente fuertes, directos y llevan consigo una energía poderosa. Poseen una personalidad integra, asumen riesgos, trabajan duro, habla mucho y suelen asumir el control de todo lo que los rodea. Tienen un gran sentido dela justicia, pero se rigen de acuerdo a sus propias reglas.

Esencia Floral correspondiente: Vine,
ayuda a que esta Alma desarrolle la verdadera humildad, comprendiendo que el servicio es la esencia del autentico liderazgo.


Personalidad 9: El Conciliador
Son personas afectuosas, complacientes y tolerantes, les gusta mucho la vida tranquila, previsible y confortable. Les resulta dificil reconocer sus prioridades y tienden a seguir la de los demas. Les gusta mucho la vida en grupo, su apariencia es, a veces, es indolente.

Esencia Floral correspondiente: Centaury,
aporta una fortaleza e integridad benéfica, ayudando a que el Alma se torne más consciente de sí y asuma la propia responsabilidad.

lunes, 23 de julio de 2012

La Flor del Amor y la Caridad por Barbara Espeche

El amor que menos interroga es el que más da.
   Que las obras que ejecutes, en nombre de Dios,
    sean invisibles como Dios”
                                            (Nemer Ibn El Barud)

                                         

 La práctica clínica de muchos terapeutas florales ha enseñado que el Holly es un elemento que proporciona inestimables beneficios a los pacientes , que restaura y aporta una cuota de amor necesaria para seguir avanzando en el proceso de evolución , que alivia las pérdidas y hacer ver el mundo de un modo diferente.



Pero ¿Qué es Holly?
Antecedentes
El Holly, también Acebo o Ilex Aquifolium, fue introducido por los galos en las islas Británicas. Es un arbusto o árbol pequeño y perenne que crece en bosques extendiéndose en casi toda Europa.  Sus flores blancas son pequeñas (entre 6 y 8mm) y proceden de capullos color púrpura. El significado que le daban los celtas al Holly era de “santo”.
El Holly fue siempre considerado un símbolo de lo sacro, una alegoría de unión del hombre con la divinidad. Para los druidas, que se atenían a los ritos británicos, era considerado el árbol de la vida. Lo llamaban Panacea, “el que todo lo cura”. De allí posiblemente provenga que en algunas tradiciones medievales el Arcángel San Miguel  fuera asociado al Holly como árbol de sanación que desarrollaba su acción sin dejar rastros tras de sí.
“Lo que confunde a sus seguidores es que los ángeles no dejan huellas” (Nemer Ibn El Barud) (Licencia poética)
Los químicos han tratado de averiguar largamente porque conquistó el nombre de Panacea sin encontrar aún propiedades medicinales de valor, aunque los antiguos lo apreciaban no solo como medicamento sino como afrodisíaco espiritual.
Sir James Frazer en su libro “La rama dorada” explica que los druidas arrancaban ramas del Holly simbolizando con ello la castración del viejo rey por su sucesor, pues el holly es un símbolo fálico original y de regeneración. Su nombre latino es “viscus” y en griego Ixias, relacionado con vis e ischus (fuerza) probablemente a causa de la viscosidad espermática de sus bayas y el esperma coom vehículo de la vida.
El puebo de los Ainos (Japón), coincide con los celtas en que el Holly sirve para curar todo, también los antiguos italianos lo usaban para lograr la concepción y como remedio para las dolencias de la infancia.
En Europa, La Noche de San Juan (24 de junio) en una ceremonia ritual y popular se cegaban los ojos del año con una estaca de Holly, pues según una leyenda escandinava los otros árboles se negaban a hacerlo.
 En un villancico sobre el Acebo se dice:
“…de todos los árboles que hay en el bosque el acebo se lleva la corona.”

En otra canción popular sobre los árboles del bosque:
“De todos los árboles cualesquiera que sean, el mejor decisivamente es el acebo.”
En esta misma canción se compara algunas propiedades del árbol con el nacimiento y la pasión de Jesús:
“La blancura de la flor
La rojez de la baya
La agudeza de las púas
La amargura de la corteza…”

Los irlandeses nombraban a siete árboles sagrados como regentes, junto a un planeta, de los días de la semana.
Así las relaciones comparativas eran:
Abedul Sol  Domingo
Sauce (willow)   Luna Lunes
Acebo (holly)   Marte Martes
Avellano    Mercurio Miércoles
Roble (oak)  Jupiter   Jueves
Manzano (crab apple)  Venus   Viernes
Aliso       Saturno Sábado

Lo que atribuye al Holly un atributo de fuerza (Marte) frente al proceso curativo.
El alto poder concedido al acebo en diferentes pueblos y religiones llegaba incluso como entre los druidas y los camboyanos, a sostener de después de completar , paso a paso, el conocimiento sagrado, este árbol otorgaba a quien recorría ese camino el don de la “inmortalidad”.
La presencia del Holly en el sistema floral  
El Holly cubre en el sistema floral del Dr. Bach uno de los más importantes aspectos emocionales del ser humano: el amor y todas sus vicisitudes.
Podríamos decir que el Holly es un elixir, una “pócima de amor”.
Nos abre las puertas del corazón para alegrarnos de sentir esta emoción maravillosa, que nos purifica el alma y nos inunda con su gracia.
Holly tiene que ver con la emoción  autentica del amor, un sentimiento que en acto demuestra la capacidad de dar sin sometimiento, en libertad y con total entrega; con aprecio alegría y apego a la vida y a cada uno de sus componentes. La naturaleza, los hombres, los animales…
Tomar Holly es, metafóricamente, una operación a corazón abierto, donde nuestras emociones quedan al descubierto, donde nos permitimos estar atravesados por las fuerzas constructivas del amor y con ello las delicias de la vida.
Tomar Holly es decir: “Cuando me veas orar, no pienses que estoy arrepentida, sino agradecida” a Dios, a la vida y a Bach y su mensaje.”

miércoles, 18 de julio de 2012

Geobiología Energética


La Ètica en la Terapia Floral de Eduardo H Grecco

“A ninguno de nosotros, en esta tierra, se le pide que haga más de lo que esté en sus manos hacer, y si nos esforzamos por obtener lo mejor de nosotros mismos, la salud y la felicidad constituyen una posibilidad cierta para cada uno de nosotros”.

Edward Bach


Existen por lo menos dos visiones en torno de la cuestión de la
ética en la Terapia Floral, que además son perspectivas que también
están presentes en el ordenamiento del tema que hacen las doctrinas
filosóficas.
La primera, se ajusta al modelo de una ética “formal y
prescriptiva”, tal como la que implementan los colegios profesionales:
reglamento, normas y poder “policial” para la sanción de las
infracciones que se puedan cometer por acción u omisión en la
práctica profesional.
La segunda, se basa en el principio de que aquello que guía la
conducta terapéutica no puede reducirse a un reglamento ni a una
cuestión de poder sino que hay que fundamentarla en torno del
proceso formativo y al hecho que la ética siempre se formula desde
un cierto contexto axiológico de manera que no puede desarrollarse
una propuesta ética independientemente de un “sistema de valores”
desde donde se sostiene esa propuesta.
Este es punto de importancia que relaciona la cuestión de la
ética de nuestra práctica floral en torno al problema de origen o la
fuente de los mandatos éticos que nos legislan y que puede resumirse
en la pregunta sobre si la ética es autónoma o heterónoma al sujeto.
Algunos responden que lo que se ha realizado por la fuerza de una
coacción externa no es ético, para otros, en cambio, no hay ética sin
la presencia de esa fuerza ajena que puede radicar en la sociedad, en
Dios o en formas institucionales sancionadas por la cultura o la
tradición.
También, es bueno diferenciar la cuestión de la ética y de la
moral. Ateniéndonos a una visión filosófica la moral tiene que ver con
contenidos y actos prohibidos o recomendados, que están en relación

siempre a contextos históricos y culturales. De modo que, algo que
puede ser moral hoy en una circunstancia, en un momento histórico,
en otro momento o lugar puede ser inmoral.
En cambio, lo ético es algo permanente.
Se vincula al hecho de que siempre hay algo prohibido. A la
relación entre “deseo y prohibición”. De este modo la ética posee un
estatuto o posición existencial de naturaleza estructural .En cambio la
moral, es siempre histórica y del orden del acontecimiento.
Lo ético es un orden estructurante (LEY), lo moral un contenido
concreto de esa ley.
Aristóteles señalaba que las “virtudes éticas” son aquellas que
se desenvuelven en la práctica y que van encaminadas a la
consecución de un fin y las diferenciaba de las virtudes dianoéticas (o
de la inteligencia) que son como los principios fundamentales sobre
los cuales se basa la ética, tales como la sabiduría y la prudencia.
Las primeras virtudes (éticas), tienen su origen en la
costumbre, en los hábitos y las tendencias. En cambio las segundas
trascienden estas facticidades. Si lo planteamos en otra dimensión de
cosas, las virtudes como hábitos representan la memoria de la vida y
los apegos del alma. De tal manera que uno podría bien cuestionarse
hasta que punto estas normativas no existen para ser trascendidas.
Pero ya sea expresada como moral y ética, como
acontecimiento y estructura, como éticas y dianoética, se hace
necesario tener presente, al formular la cuestión de la ética, desde
“que valores fundamentales” establecemos una guía para una
práctica, en este caso la práctica floral.
Lo cual lleva nuevamente al problema de cuales son los
“valores” esenciales que orientan nuestro arte profesional.
Podemos hacer una diferencia de partida entre una práctica
floral orientada a construir Sujeto y otra práctica floral orientada a
aliviar las tensiones del Yo.
Creo que puede sostenerse, si leemos a Bach atentamente,
que el objetivo de la Terapia Floral por él creada, no tiene como
función esencial la cura sino el conocimiento que proporciona libertad
(Solo la verdad os hará libres).
Esto es ayudar a que cada quien se construya como Sujeto
sujetado a la ley de la evolución y se libere de la interferencia y tiranía

de la enfermedad. Si en este proceso la persona alivia sus síntomas
es un beneficio secundario del proceso, pero no la finalidad primaria,
que es conocer lo que se desconoce, erradicar la ignorancia.
Esta es la dirección del Alma.
Pero la Personalidad, el Yo, anhela bienestar, no tener
tensiones, niveles crecientes de placer. Y esto, a veces, va en contra
del proceso de aprendizaje.
El alma quiere crecer, el Yo mantener el statu quo.
Esto implica, según donde nos posicionemos como terapeutas,
una ética diferente en nuestra práctica que podemos llamar ética del
Alma y ética del Yo, la ética del deseo y la ética de las realizaciones.
¿Queremos que nuestros pacientes crezcan, evolucionen, anhelen la
plenitud y sean mas libres o que se sientan mejor, sean más exitosos,
ganen mas dinero y tengan mejores orgasmos?
También, hay otra diferencia importante que plantea Bach.
El terapeuta y los remedios son instrumentos del Plan Divino.
No curan nada por si mismos sino que son las “herramientas
del Alma”para ese fin. Y el Alma de los pacientes nos elige, ya que
no hay encuentros casuales, para hacer una tarea y aprender una
lección.
Y esto marca la necesidad de una profunda humildad por parte
de los terapeutas que canalizamos el plan de la evolución en una
circunstancia concreta para una persona concreta que es por un
tiempo concreto, nuestro paciente.
Pero además, esto implica que si los pacientes buscan esa
ayuda de “un hermano mayor” es porque es en el marco de este
proceso relacional donde debe suceder esa alquimia transformadora.
La evolución siempre es coevolución.
Así como el cuerpo es el pivote de nuestra existencia, la
coexistencia es el pivote de nuestra evolución. Y el particular vínculo
que se establece en la práctica floral entre paciente y terapeuta esta
destinado a eso: contribuir a la evolución.
Por eso es que desde hace años insisto en que las flores
curan, pero es la relación la que sana. Una relación de alma a alma,
que para que advenga primero hay que disolver las transferencias

(apegos) de las personalidades para que podamos abrirnos a ese
encuentro.
Como consecuencia, entonces, la dirección del tratamiento
floral esta guiado por un principio ético que es la sujeción del alma a
la ley del deseo, a la ley de la evolución, la ley de la liberación, la ley
del amor. Todo lo que contradiga este principio falta a la ética floral.
Esto puede sonar muy abstracto pero no lo es en modo alguno
y ustedes verán como cuando hablemos de las reglas éticas de la
Terapia Floral, se concreta un poco más.
Es importante tener presente que antes de establecer normas
o definir trasgresiones tengamos presente que la justicia no reside en
la existencia de un código penal, sino que un código es del orden de
lo legal pero no necesariamente de lo justo. La justicia se basa en el
amor, la compasión, la generosidad, en el no quedarme con nada que
no me pertenece ya que esto es codicia, y la peor de las codicias es
la moral, decía Bach, de modo que apoderarnos de otro, interferir con
el otro, quitarle su libertad, eso, también, es falta de justicia.
De modo que, un código de ética puede ser una letra vacía si
no existe la palabra plena (justicia) que la sostenga. Esa palabra
plena reside, para Bach, en el deseo de servicio. “El terapeuta del
mañana comprenderá que él, por si mismo, no tiene poder para
curar, pero que si dedica su vida a servir a sus hermanos, a estudiar
la naturaleza humana, y así comprender, en parte, su significado a
desear de todo corazón aliviar el sufrimiento y a renunciar a todo
para ayudar a los enfermos, entonces podrá canalizar a través de él
el conocimiento que los guíe y la fuerza curativa que alivie sus
dolores. Y aún sí, su poder y su capacidad de curar estarán en
proporción a la intensidad de su voluntad de servir”.
Si puntualizamos estas cuestiones: contribuir al plan de la
evolución del alma del paciente y actitud de servicio, creo que
estamos en condiciones de hacer comentarios un poco más cercanos
a la pregunta por las reglas de la práctica floral.
Para ser terapeuta, no sólo Terapeuta Floral no se necesita ser
santo, Inclusive diría que ser un poco hereje es una buena condición.
Lo que si se necesita es claridad de intención y generosidad de
propósito. Claridad de intención en torno de “porque” queremos ser
terapeutas y generosidad de propósito en la” ayuda y el servicio que
prestamos a nuestros semejantes”.
Ser terapeuta es un llamado y un desafío.

Una propuesta que la vida nos hace, en parte para pagar
karma y en parte porque la vida confía en nuestras almas para
otorgarle la posibilidad de poner en nuestras manos otras almas. Pero
¿buscamos ser terapeutas para sanar heridas en nuestra estima, por
orgullo o por codicia o por una sincera intención de servicio?
Aceptemos que no elegimos ser terapeutas como elegimos ir al cine.
La vida nos eligió y fue por algo ¿Estamos dispuestos a responder a
ese llamado? ¿Estamos dispuestos a responderlo con generosidad y
compromiso? ¿Nos hemos hecho estas preguntas?
Si buceamos un poco los textos de Bach podemos encontrar
algunas cuestiones que nos sirvan de puntos de partida para construir
una ética floral que sirva de base a un normativa orientadora de la
práctica floral.
Estos puntos de partida podemos expresarlos en términos de
ocho reglas fundamentales de la práctica floral y que se relaciona,
cada una de ellas, con valores fundamentales.
1. La regla de lo no interferencia
No hacer nada que puede interferir con la vida y la libertad del
paciente.
No pretender que vaya a donde nosotros queremos, ni busque
los objetivos que nosotros anhelamos.
No fomentar dependencia alguna del paciente, por el contrario,
trabajar en la disolución de sus apegos y transferencias.
Ayudarlo a consolidar su individualidad y que se haga cargo del
“timón de su vida”. Ayudarlo a levantarse, pero no realizar su
tarea.
Valor: libertad
Hay que recordar que en Bach la perfección del alma es un
instrumento para alcanzar la libertad. Que el Alma debe
liberarse de las ilusiones y ataduras de la personalidad. Que la
plenitud consiste en ser libres y ser libres es cumplir los
dictados del Alma. Pero también es importante el señalamiento
de Bach que afirma, hablando del camino para ser terapeuta
“(...) luego, después de habernos liberado podremos usar esa
libertad para liberar a otros.”
2. La regla de la responsabilidad de la cura
La cura es una tarea que el paciente debe hacer por si mismo.
El paciente debe aprender que la cura depende de su propio
esfuerzo y que proviene del propio interior.

No debe hacerse nada que releve al paciente del compromiso y
responsabilidad personal con su cura ni fomentar sanación
alguna que no provenga del propio interior.
Valor: responsabilidad
Hay que recordar que esta responsabilidad de cada uno es
ante Dios y nuestras almas y es ante Dios y nuestra alma que
debemos dar cuenta de nuestros actos, pensamientos y
experiencias.
3. La regla del deseo del servir
El terapeuta debe dedicarse y servir a sus pacientes con lo
mejor de si mismo y su capacidad de cura esta en proporción a
la intensidad de su deseo y su voluntad de servir.
El deseo de ser terapeuta y no el interés material es el que
debe guiar su práctica.
Los terapeutas florales son “trabajadores de la salud” y como
tal, deben percibir honorarios justos.
Valor: servicio, compasión, generosidad
4. La regla del conocimiento
“El deber del arte de curar será el de asistirnos y
proporcionarnos el conocimiento necesario para vencer
nuestras enfermedades, y además, administrar los remedios
que fortalezcan nuestras mentes y nuestro cuerpo físico,
dándonos asÍ mayores posibilidades de victoria”.
“(...) ayudar al paciente a conocerse a si mismo y señalarle
los errores fundamentales que puede estar cometiendo”
Valor: sabiduría
5. La regla de la serenidad
Hay que respetar los tiempos de los procesos del paciente.
Ser sereno en la práctica.
Darse tiempo para escuchar y comprender.
Darse tiempo para meditar y razonar sobre el paciente, su vida,
sus historias y sus padeceres.
Valor: paz, paciencia
6. La regla del secreto

Se debe respetar la privacía y el secreto de las informaciones a
las que se accede en el marco de la tarea profesional.
El silencio sobre los pacientes, su vida, su historia, etc. forma
parte de la ética profesional.
Valor: Prudencia
7. La regla del amor
No juzgar y aprender a aceptar al paciente como el paciente
es.
Amarlo como persona y reconocer en él, la chispa divina que
alberga.
Verlo como un espejo y un maestro en nuestras vidas.
Valor: amor
8. La regla de la polaridad
“La enfermedad y el error no serán vencidos mediante la lucha
directa sino reemplazándolos por el bien”.
No hay que resistir el mal, la enfermedad o el síntoma, sino
ayudar al paciente a desarrollar la virtud opuesta.
Una palabra final: la dirección de la cura en todo el proceso
floral no es una dirección que impone el Yo del terapeuta sino que
determina el Alma del paciente.
El terapeuta es testigo de este proceso y ayuda a mostrar y
sortear los obstáculos y aconseja los recorridos adecuados para
sanar las fallas y desarrollar las virtudes opuestas.
De manera que, la práctica floral es un buen camino para
aquellos que necesitamos aprender humildad y vocación de
servicio y, tal vez, por eso nos hallan elegido para ésta tarea, mas
que, como nos gustaría creer, por nuestros dotes, talentos o méritos
personales.









domingo, 15 de julio de 2012

La piel y las alternativas de sus recorridos

La piel es como una hoja donde la vida va escribiendo  dolores, penas de amor, experiencias de alegría, vergüenzas, odios, culpas, pérdidas,etc. En muchos sentidos la piel cumple con la función materna: cobija,nutre,acaricia y protege.                                         Así ,la piel  es la tela donde cada quién pinta el modelo en el que aprovecha o no ,el disfrute de la existencia.Según los momentos de la historia de cada persona, la piel cambia y refleja su estado emocional interior                                                                             Cuando la piel empalidece, la tristeza y la angustia dominan el alma,cuando está reseca la persona tiene sed de amor y cariño,el disgusto y la intolerancia vuelven seborréica la piel.                         
 Si tienes problemas con tu piel siempre debes formularte las siguientes preguntas ¿soy capaz de hacer un breve contacto con los demás ? , ¿Soy capaz de dar y recibir ternura? ¿Establezco limites definidos? . Si los ojos son la ventana por donde mirar el alma, la piel es la memoria presente y la puerta de acceso al interior del ser. Las Esencias Florales del recordado Dr Edward Bach se pueden acompañar en este proceso de introspección.                         
                        

miércoles, 4 de julio de 2012

Flores y ciencia por Ricardo Orozco


En Cuba, las investigaciones científicas "corroboran que las Flores de Bach son un sistema que funciona", dice Orozco

Médico y reconocido formador e investigador de la terapia floral, Ricardo Orozco hace años que se ha comprometido en poner en valor, dentro del campo científico, este método creado por el doctor Edward Bach.
-Ricardo, ¿qué diferencia este último libro tuyo, “El Nuevo Manual del Diagnóstico Diferencial de las Flores de Bach”, de los anteriores?

-Establece una jerarquía, donde lo más importante es el territorio compartido entre esencias, además del diferencial, partiendo de la base que somos un territorio compartido.

-¿Abre puertas a otra etapa de tu trabajo como investigador?

-Sí, porque es como empezar del kilómetro cero. Mis libros anteriores tratan temas especializados, como aplicaciones locales o la inteligencia emocional pero, a partir del penúltimo, “Flores de Bach: 38 Descripciones Dinámicas”, establezco, como el nombre lo indica, una jerarquía dinámica. Se trata de comenzar a tomar las flores desde una perspectiva más amplia, donde se valora la evolución de la personalidad y una serie de factores, como por ejemplo el ambiente, la educación y otras circunstancias que han intervenido en su modulación.

-También has ido a Cuba, donde la mentalidad abierta a otro tipo de experimentación, a nivel oficial, posibilita obtener resultados que aquí no son factibles. ¿Algo ha cambiado o sigue siendo así?

-En Cuba se dan unas circunstancias muy particulares. Desde 1998 la terapia floral está bastante integrada en el sistema sanitario. Ha predominado el trabajo de investigación, seguramente heredado de la época de influencia de la ex Unión Soviética Esto ha provocado que hoy en día las Flores de Bach puedan ser validadas con estudios científicos, lo cual representa un hito muy importante para todos nosotros. Por otra parte, los cubanos siempre han tenido una tendencia a interesarse por las terapias naturales. Esto determina una doble vertiente: interés por las terapias naturales y metodología científica aplicada al desarrollo de éstas.

-Y esta doble vertiente, como mencionas, ¿trae novedades con respecto a las Flores de Bach?

-Más que novedades, corrobora que las Flores de Bach constituyen un sistema que verdaderamente funciona. Se puede evidenciar a través de coordenadas científicas y es lo que ellos están demostrando con su trabajo.

-Lo que da pie seguramente a otras fases de desarrollo en la aplicación o tratamiento.

-Claro. Allí han constituido el grupo científico GC-Bach (de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, Santa Clara), que lidera Boris Rodríguez, psicólogo cubano que ha hecho tanto en el campo de la terapia floral. Él es el coordinador y también participan físicos, biólogos, farmacéuticos; es decir, un equipo multidisciplinar empeñado en llevar la terapia floral a los brazos de la ciencia. Dicho grupo ha editado ya dos boletines electrónicos voluminosos que se pueden consultar en www.sedibac.org

-Dices que las Flores de Bach esperan ser llevadas a los brazos de la ciencia. ¿Es también una aspiración personal o algo que va más allá y es necesario para lograr un reconocimiento de los científicos ortodoxos?


-El mundo científico ortodoxo también actúa por prejuicios, algo totalmente contradictorio con el verdadero espíritu científico. Un científico no puede partir de prejuicios. Por otra parte, hemos visto cómo los científicos pueden ser manipulados y servir a intereses de laboratorios concretos. La investigación en Cuba es importante porque ayuda a disponer de una serie de trabajos que podremos presentar frente a los escépticos de turno, aunque sepamos que las Flores, más allá de toda ciencia, como decía Bach, funcionan igualmente.

-Has mencionado a Boris Rodríguez. ¿Será uno de los invitados que participará en el Congreso de la Sociedad para el Estudio y Difusión de la Terapia del Dr. Bach de Cataluña (Sedibac) a fines de mayo en Barcelona?

-Sí, en este congreso bianual de Sedibac intervendrá Boris Rodríguez como también lo harán otros especialistas destacados. Algunos que vendrán de Argentina, como Claudia Stern, reconocida psicóloga, o Pablo Noriega, gran especialista en Medicina Tradicional China; pero también existen prestigiosos ponentes locales como Jordi Cañellas, con importantes temas publicados, Enric Homedes, que ha trabajado mucho con animales, etcétera. Este congreso servirá para potenciar la terapia floral con eventos de calidad, serios, con aporte de trabajos concretos. Existe un comité científico formado por cinco personas, entre las que me incluyo, que hemos leído todas las ponencias y escogido las mejores.

-Al conocer este movimiento de trabajos locales y de afuera, ¿en qué momento crees que se encuentra la terapia floral?

-Está en un buen momento, pero no hay que engañarse: dentro de la terapia floral existen muchas tendencias. No todas son lo suficientemente serias como debieran. A veces, esta falta de seriedad ha llevado a que gente muy interesada que provenía del campo de la sanidad, como enfermeras, psicólogos, psiquiatras, médicos y otros, asistiera a eventos poco fiables y y se forjase una mala imagen de la terapia floral. Este es un público que probablemente no podamos recuperar. Ahora la tarea de muchos de nosotros pasa por ofrecer un trabajo riguroso y de calidad. Sedibac, asociación sin fin de lucro creada en 1993, que hoy cuenta con 700 asociados, y que tengo el honor de presidir, destina la mayor parte de su energía a difundir los beneficios de la terapia floral de Bach desde una visión seria y, sobre todo, ética.

-¿Cómo crees que se resolverá finalmente la regulación de las terapias naturales en España?

-Algún tipo de regulación tendrá que existir. La que se intentó en Cataluña hace tres años no cuajó por diversos motivos, sobre todo por falta de consenso y problemas con respecto a las competencias. En realidad, las terapias naturales son algo totalmente vivo y con cada vez más usuarios. Hoy en día están en un limbo. Algunos colectivos como el de enfermeras, a través de sus colegios provinciales están respaldando el uso de las terapias naturales entre sus colegiados. Pero yo creo que se trata de crear la profesión de terapeuta floral, más allá de naturópatas, psicólogos, médicos, etcétera. Por el momento, algunos colectivos como el de Sedibac estamos intentando autorregularnos.

-Tu opinión sobre la protesta de personas que se mofaron de la homeopatía, en un acto público frente a un laboratorio de productos homeopáticos.

-Falta mucha información. Actualmente la opinión pública puede ser absolutamente manipulada. Un ejemplo fue el vergonzoso hecho de la gripe A: quedó claro que se basó en un enorme dispositivo manipulativo por el cual unos pocos se lucraron con el miedo y la desinformación de muchos. La Organización Mundial de la Salud demostró que podía ser infiltrada y comprada por laboratorios, cuestión que muchos ya presuponíamos. Es mayoritaria la gente que valora los efectos de la homeopatía, frente al número de detractores. Rescato la inmensa mayoría de quienes se ven beneficiados con ella, incluso un número significativo de médicos en Barcelona utiliza la homeopatía. Existe una tradición homeopática muy antigua en España y en muchos países que no se puede ignorar.

-¿Qué nos vamos a encontrar próximamente, fruto de tu trabajo?

-Por el momento, con estos libros ha quedado una etapa bastante cubierta. Pasarán algunos años y, por el momento, creo que no es necesario escribir nada más. Me enfocaré en la enseñanza, que es lo que me insume más tiempo. Pienso que hay un trabajo importante en la formación de terapeutas competentes y cualificados. Es necesaria una formación adecuada, sobre todo en cuanto a elementos diagnósticos y manejo de las dinámicas terapéuticas.

-Un consejo para quien se inicia en la búsqueda de formación en terapia floral.

-Primero, que se capacite técnicamente en las Flores y, segundo, que verdaderamente interactúe con el paciente, sobre todo con herramientas interpersonales de trabajo, técnicas de entrevista y otras habilidades. Creo que es una carencia que se puede detectar en muchos terapeutas. Es decir, que tome en cuenta al paciente a la hora de prescribir esencias y se lo implique en su propio proceso terapéutico.

-Y a quien va a una consulta, ¿qué le dirías?

-Que elija un terapeuta cualificado, que lo sepa escuchar, que lo tenga en cuenta, que no le monte la vida, que no le genere dependencia, que disponga de tiempo, que sea respetuoso, que no le ordene pautas de actuación. Así podrá sacar un gran provecho de la terapia floral. Nuestra escuela (Anthemon) y otras que conozco están en esta línea.